Día 4: Muir Woods y Point Reyes

Recogimos el coche a las 8 y poco, en una oficina de Dollar que nos pillaba muy cerca del hotel. Aquí al ser una oficina pequeña, no se elegía coche, te decían la plaza y ahí lo tenías; eso sí, decir que fue el coche solicitado, un Chrysler Sebring, y no uno similar que suele ser lo habitual.

Fue nuestra primera experiencia en un coche automático, la primera vez de un automático uno va con cierta intriga, pero en unos minutos uno ya se ha familiarizado con el cambio automático, es muy fácil. El GPS pilló cobertura a la primera y no la perdió en ningún momento; y enseguida llegó nuestra primera cuesta, a ver qué tal nos va, ¡genial, el coche no se iba hacia atrás!.

Cruzamos el Golden Gate con una niebla impresionante,  eso sí, con toda la ilusión y emoción de cruzar conduciendo uno mismo aquel puente tan histórico. Para llegar a Muir Woods, tuvimos que parar a preguntar 2 veces, porque por lo visto al GPS no le habíamos puesto bien la dirección.

Y bueno sin muchas dificultados, llegamos a MUIR WOODS que es un bosque de secoyas, y que también pertenece a Parques Nacionales, así que la visita estaba incluida en el pase anual.


El día seguía bastante nublado y al principio de la visita había muy poca luz, pero luego al final mejoró bastante y la niebla despejó completamente; hay tres rutas a elegir, nosotros hicimos la más larga, que es de hora y media, y la verdad es que mereció la pena, porque al principio hay bastante saturación de gente, pero si haces la larga, vas por algunos sitios prácticamente solo y es una gozada.





Después de la visita, un pequeño almuerzo y continuamos hacia Point Reyes, de camino paramos a comprar algo en un súper para comer, ya que teníamos intención de comer de picnic; lo que no sabíamos es que aunque Point Reyes es un Parque Nacional (que no requiere entrada), tiene zonas y entre ellas donde estaba la zona de picnic que habíamos elegido, que pertenecen al Estado de California, y nos tocó pagar 6 $ para entrar a dicha zona; decir que la zona de picnic tenía unos servicios muy limpios. Tras la comida aprovechamos y como estábamos solos en el parking hicimos todos unas pocas prácticas con el coche.

Seguimos ya por POINT REYES rumbo hacia la zona de Tomales Point, que es lo que más al norte esta del parque; queríamos ir a esta zona ya que es donde hay una reserva de tule elk (creo que renos), ya que no son animales que veamos a menudo.

Aparcamos el coche y allí mismo había lo que sería un sitio de observación (ya que había una señora con unos prismáticos), pero todo menos preguntar, nosotros adelante. Caminamos un buen rato y el aire era bastante fuerte, pero nosotros hacia delante, no sin cada dos por tres preguntarnos si seguíamos o volvíamos hacia atrás. Nos cruzamos con poca gente y a unos les preguntamos, lo gracioso fue que unos entendimos que aun quedaba mucho y otros que quedaba poco.


Al final parece que quedaba poco para ver los animales (para lo que quedaba bastante era para llegar al final del camino), y mereció la pena continuar, allí estaban en un vallecito resguardados del viento, el macho con todas las hembras; estuvimos un buen rato haciendo fotos y luego admirándolos sin más.



Tras un rato, decidimos volver, y al llegar al coche nos dimos cuenta de que había otra manada (vaya por eso había una mujer con unos prismáticos), y allá que nos acercamos, aquí estaban los machos jóvenes.

Pusimos el GPS rumbo a San Francisco y nos marcaba 2 horas, por el camino hicimos alguna paradita para ver la costa.


Antes de llegar a San Francisco, paramos en el mirador que hay justo antes del Golden Gate a mano derecha, hay que estar muy atento, porque si te lo pasas ya te metes en el puente y no hay vuelta atrás. Nos pilló una hora estupenda, ya que estaba anocheciendo, pero a esas horas hay que ir bastante abrigado, porque al estar alto el viento suele ser considerable; pero las vistas merecen la pena.




Cruzamos el puente, previo pago (creo que 6 $, sólo se paga al entrar, al salir de la ciudad no) y el GPS al poco de entrar en la ciudad nos dice gire a la derecha, y cuando giramos a la derecha nos dio la risa, teníamos ante nosotros una calle cuesta arriba y en cada cruce nos tocaban los stops a nosotros; pero fue más la imagen desde abajo, que el recorrido en sí. Después de unas cuantas risas y mirar unas cuantas veces quien había llegado primero en cada cruce, dejamos el coche en un parking (24 $ el día), justo una puerta antes de la casa de alquiler Dollar, ya que a las horas que llegamos la oficina estaba cerrada.

Una vez en la habitación, nos pusimos con las maletas y fuimos a cenar al Cheesecake Factory, con tiempo por si había cola para cenar, y menos mal porque estuvimos esperando alrededor de 1 hora; la mayor parte del tiempo la pasamos en la terraza, admirando Unión Square y viendo como las nubes a veces tapaban algunos edificios cercanos.



Por fin, tras 1 hora, nos tocó turno, pedimos ensalada, pasta, pizza y un burrito, todo desmesurado de tamaño como es normal; así que cuando llegó la hora del postre que era lo bueno de allí, apenas había hambre, pero hicimos un esfuerzo y nos pedimos dos tipos de tartas de queso diferentes para los cuatro. La cena con las propinas incluidas nos costó 109 $.

Tras la cena, regreso al hotel, revisión de maletas y a dormir, mañana cambiamos de destino … Las Vegas.

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