Día 10: Monument Valley

Kilómetros aproximados 480.

Aunque no hubo amanecer, no nos libramos del madrugón, ya que nos esperaban unas cuantas horas de viaje; así que a las 7’30 ya estábamos con las maletas cargadas dirección Monument Valley. Este día se pierde una hora, ya que al pasar del estado de Nevada al de Utah, hay que adelantar los relojes 1 hora.

Del camino poco que contar, solo que muchas paradas para cambiar de conductor, y desde que empezamos a divisar Monument Valley no pudimos resistirnos a hacer unas cuantas paraditas.


Pasamos de largo Monument Valley para llegar hasta el Mirador del Río San Juan (pertenece al Goosenecks State Park). El mirador está bien, pero pensábamos que estaba más cerca, así que eso hizo que luego tuviéramos que correr un poco.

Y acercándonos a Monument Valley, alguna que otra parada; desde esta parte se tienen las mejores panorámicas del parque.


Nuestro hotel era el “Goulding’s” que se encuentra a escasos minutos de la entrada del parque, llegamos al hotel a las 3, y teníamos 1 hora justa para comer y pillar los billetes para la excursión allí en el mismo hotel (menos mal). Así que fuimos casi corriendo al restaurante, pedimos rápido casi sin pensar ni lo que pedíamos y a las 4 llegamos puntuales a la salida de la excursión. La comida nos costó 57 $ (creo que pedimos ensaladas y hamburguesas), aquí venía incluía una propina del 20%; como veis a pesar de una propina tan alta la comida salió por muy buen precio.

Por internet habíamos pedido información al hotel de las excursiones, y nos quedamos con una que empezaba a las 4 de la tarde y que duraba 3’30 horas; creo que costó 50 $ por persona.

A esas horas el calor apretaba bastante, pero íbamos con todo lo necesario, gorras, los pañuelos para la polvareda, y sobre todo mucha agua. El vehículo no estaba mal, durante las 2 o 3 primeras paradas el sol apretaba de lo lindo y en las paradas había bastante gente; luego ya fuimos encontrando menos gente. Es una buena hora para empezar la excursión porque aunque a esas horas el sol pega muy fuerte, en una hora o así ya se notaba que empezaba a bajar algo; bastante peor será hacerla por la mañana.


La excursión nos gustó bastante, la mayoría de gente la hace por su cuenta, pero la carretera es muy mala y no nos apetecía meter el coche; y lo bueno que tiene esta excursión es que accedes a zonas privadas, que aunque no tienen interés especial, estas bastante tranquilo, ya que no hay más gente. En el vehículo iríamos la mitad más o menos, unas 10-12 personas, así que íbamos bien. Nos reímos un montón con los baches, porque con la velocidad que llevaba, de vez en cuando pegábamos unos buenos saltos.



Al principio de la ruta privada, hicimos una parada sacadinero, en las que te “enseñan” una vivienda india, nosotros no llegamos a entrar, porque aquello evidentemente tenía pinta de tener bien poco de interesante. Hacia el final de la visita empezó a atardecer y el fresquito era considerable en el vehículo. Pero hay que ver la cantidad de polvo que tenía la cámara de fotos; por no hablar de la ropa y el pelo.



Llegamos al hotel cerca de las 8, y todavía teníamos que hacer el check-in, nos dieron una casita en la tercera altura que es la última, las dos primeras alturas son tipo motel y la tercera son varias casitas dispersas. La habitación era bastante grande, y además de las 2 camas había una supletoria, un sofá, mesa y sillas; muy completa.

Lo primero que hice al llegar a la habitación, fue buscar un pincelillo para poder limpiar un poco la cámara de fotos, daba penita, estaba llena de polvo; menos mal que tras la limpieza quedó bien, y luego no se detectó ningún problema ni nada.

Luego nos instalamos y nos duchamos, el hotel estaba lleno (había un cartel informativo que así lo indicaba), pero aún así decidimos que cenaríamos lo más tarde posible y eso era llegar al restaurante a las 9; y como ya no había prisa, nos tomamos la cena más relajadamente; la cena nos salió por 46 $, pero el ticket no llevaba incluida la propina como en la comida, la sumamos nosotros como en todos los sitios. Que líos con esto de las propinas.

Luego ya nos fuimos a la habitación, aquí el cielo estaba completamente despejado, pero no se veían tantas estrellas como el Gran Cañón, supongo que algo normal ya que la altura entre los dos parques no tiene nada que ver; el Gran Cañón esta mucho más alto.

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